En medio del desierto, nos recibía la ranchería Dividivi, lugar donde habitan más de 27 familias de esta etnia del clan Arpushana, entre niños, adultos y personas de la tercera edad. Son ellas, quienes desde tiempos ancestrales han llevado las riendas de esta cultura que se ha expandido por la península de La Guajira. Es gracias a ellas, en gran parte, que sus tradiciones trascienden por este territorio, haciendo honor al significado de su nombre – wayuu, del arhuaco ‘hombre poderoso’- .
Le gustaba pararse detrás de su abuela y observar cómo sus manos se movían para tejer con hilo mochilas y chinchorros. Cuando su abuela finalizaba la jornada, tomaba algunos retazos que habían sobrado y se ponía a imitar los movimientos de la aguja para tejer pequeñas mantas para sus muñecas de barro. Hilda Lubo, directora de promoción y desarrollo empresarial de la Cámara de Comercio de la Guajira, reconoce que una de las barreras con la que se encuentran es que los programas se llevan a las ciudades y no a las zonas rurales. Actualmente se está implementando “La Guajira Exporta Artesanías” con el que buscan apoyar a las mujeres artesanas en la internacionalización de sus productos. “El punto principal es Riohacha, pero estamos buscando otro punto para descentralizar.
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Sin embargo, comenta que “a través del laboratorio de gestión, innovación y creatividad empresarial se realiza una convocatoria abierta donde se invita a los diferentes artesanos a participar de las actividades de fortalecimiento”. “Cuando la mujer se casa no tenemos un anillo que nos represente o un símbolo. Nuestro compromiso es verbal y todo lo que hacemos los wayuu, lo hacemos a través de la palabra” – Graciela Cotes, líder de comunidad wayuu. Desde la niñez, ellas empiezan a formarse en este arte que se perfecciona durante la época crucial de la pubertad.
En la oscuridad, recibió los saberes del tejido e hizo su primer chinchorro. Pero Carmen María no estaba hecha para dedicarse únicamente a las labores del hogar. Gracias a su determinación, le dejó claro a su marido que seguiría estudiando y preparándose para ser una artesana exitosa. Las mochilas son únicas vas a encontrar diseños y colores diferentes en cada una.
El Magazín Cultural
Para lograrlo, fue necesario hacer un recorrido por los talleres de las maestras, de tal manera que se pudieran enriquecer los diseños con los paisajes, valores y prácticas culturales de las comunidades. Se trata de una thought que ha permitido que 990 tejedoras pertenecientes a 102 comunidades ubicadas en La Guajira, participen en la elaboración de los productos, beneficiando a 743 familias. Pana también agregó que no es fácil hacer una mochila o cualquier otro producto Wayúu, y a la hora de comercializarlo eso no es valorado por los compradores, quienes piden rebaja y quieren pagar precios bajos por las artesanías emblemáticas de esa etnia. Edith Uriana, Carmen Pushaina, Yolida Pushaina recalcan que seguirán trabajando con las artesanías y piden que se valore su talento y se incentive la compra de primera mano. “Sueño con ser reconocida por grandes personas por mi trabajo y mis artesanías”, cube Edith. “Ser artesana es mi trabajo, lo que sé y lo que me gusta”, concluye Carmen.
Además, desde hace más de 30 años, de la mano de su hermana, creó una institución etnoeducativa llamada El Paraíso, que le apuntó a la formación de los niños y niñas Wayúu, enseñándoles la palabra, el respeto, el valor de la comunidad, su pensamiento y sus procesos históricos. Así también, intervino la presidenta de Fenarwayuu, María Cristina Gómez, quien en esta oportunidad manifestó en nombre del pueblo indígena y de sus compañeras artesanas que esto fue la entrega de un legado cultural que espera que sea apreciado, ya que son conocimientos heredados. Así como también, aprovechó para agradecer a todas las madres y a todos los antepasados por ser unas bibliotecas vivientes de todo este conocimiento artesanal.
Es una estrategia liderada por el SENA y la FAO, a través de la cual ya se han vendido 5.500 productos en todo el mundo. Pese a que la diseñadora manifestó que tiene los permisos típicos de cualquier exportación, Lecther cube que la española se estaría apropiando de un patrimonio colombiano y no es la primera vez que sucede. El país hebreo aseguró que la negativa de Washington a vetar el proyecto pone en riesgo su esfuerzo bélico.
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El joven, de 23 años, venía de una fiesta en casa de unos amigos y no quiso quedarse a dormir allá. La Nasa estableció el punto geográfico en que mejor se podrá observar el eclipse en todo el mundo. Los primeros habitantes de la isla llegaron hace 200 años para trabajar en la pesca y los barcos. Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí. Puedes cambiar estos ajustes en cualquier momento dándole clic al botón de ajustes ubicado en la parte superior del sitio, al lado del botón de mi cuenta/iniciar sesión.
Tus datos personales se utilizarán para procesar tu pedido, mejorar tu experiencia en esta net, gestionar el acceso a tu cuenta y otros propósitos descritos en nuestra política de privacidad. La creación de la piezas se logró mediante una alianza entre la Federación Nacional de Artesanos Wayúu, la Fundación Colibríes y Totto, con el propósito de fortalecer a los creadores en La Guajira. Como su traducción a cualquier idioma, sin autorización escrita de su titular. Hace 10 años, más de 250 alumnas fueron secuestradas por el grupo Boko Haram. Theo Struyck representa al grupo de ganadores del segundo mayor bote de la historia. En la clínica Imbanaco de la ciudad resaltan mecanismos como aporte a la medicina.
