De acuerdo con el RNA, se encuentran registrados sixty two,583 administrados en su sistema, entre artesanos, empresas y sociedades. A nivel departamental, se observa que Puno presenta un mayor número de administrados (11,750), seguido por Cusco (10,629), Piura (4,396), Cajamarca (4,264) y Lima (4,002). Actualmente en Moche, se tiene registrados en el RNA 61 artesanos, quienes realizan trabajos en tejido, tallado en madera, mate burilado, cuero, cestería, bisutería, entre otras líneas.
Por ello, se puede afirmar que los artesanos de la salud son sujetos que participan de comunidades de aprendizaje más amplias, en las que el ethos de hacedores reflexivos les brinda autoridad y legitimidad. En el Perú, aún no se han dado los mecanismos oficiales para crear el sistema de reconocimiento de estos tesoros humanos vivos, aunque existen premios nacionales como José Joaquín López Antay o Amauta de la artesanía que resaltan la labor de los maestros artesanos. Sin embargo, aún nos queda mucho por hacer por estas personas, en su mayoría gente de campo, humilde que ve pasar sus años en el olvido. Por este motivo, es fundamental que la Dirección Regional de artesanía (Dircetur) de Piura siga impulsando el reconocimiento de los artesanos y procure, articulando con otras instituciones, generar propuestas integrales para que estas personas mejoren su calidad de vida.
“Así el Estado estará aportando más a favor de la cultura que vive gracias a los conocimientos ancestrales de las diferentes etnias, los cuales son la memoria del país. Nosotros transmitimos estos conocimientos e identidad cultural a nuestros hijos, a través de nuestro arte, nuestros cantos y nuestras pinturas”, subrayó. Es una actividad comercial cuya finalidad es ser la principal plataforma de articulación al mercado de artesanía de calidad, tradición e innovación. Asimismo, facilita la interacción social, cultural y económica entre el ofertante y el consumidor final.
Josefa Nolte añade que ya se deberían estar aplicando políticas orientadas a que los y las artesanas preserven y transmitan sus conocimientos apoyados en una relación directa con las escuelas. Sara Guerrero lo ejemplifica de la mejor manera, retomando los casos en los que se han observado sesiones de aprendizaje de Aprendo en casa que buscan el fomento, la valoración y la preservación de este tipo de conocimientos que forman parte de nuestro patrimonio cultural inmaterial mediante la invitación y otorgamiento de un espacio del programa televisivo y de radio a artesanos y artesanas para que presenten su labor a los estudiantes. En atención a estas concepts y definiciones, hay que aclarar que los oficios para el cuidado de la vida, que desarrollan los campesinos sanadores han de ser comprendidos en el contexto del curanderismo como una «práctica social curativa tradicional equivalente a un modelo médico alternativo subordinado» (Campos Navarro, 1997). Ante la consolidación de un sistema médico hegemónico, los sanadores han configurado modos subalternos de agencia y resistencia, gracias a los cuales propician condiciones de vida más dignas para los seres con los que comparten sus existencias. Si bien este modelo médico alternativo subordinado tiene sus fundamentos en la observación y la experiencia, también se enriquece con elementos allegados de diferentes tradiciones, los cuales le otorgan un carácter dinámico y una continuidad en el tiempo, debido a los procesos de producción, circulación y apropiación de saberes4.
Artesanía De Lambayeque
Situación crítica del artesano peruano Por su parte, Germán Guillén, calificó esta situación como crítica y compleja, pues está afectando la condición como persona y como artesanos. En tal sentido, argumentó que la Ley del Artesano no es difundida desde todos los niveles de gobierno (Municipalidades, Gobiernos Regionales y Ministerios) para que los propios artesanos beneficiarios y la sociedad la conozcan, teniendo en cuenta la pluriculturalidad del país. En sintonía con todo lo dicho, el oficio de los artesanos de la salud, en sus respectivos talleres, demanda el uso cuidadoso y reflexivo de recursos y materiales terapéuticos de muy diverso orden.
Hace varios años inicié mis investigaciones en el ámbito del arte popular peruano, motivada por la admiración del trabajo de los artesanos, quienes con creatividad y esfuerzo dan vida a un sinfín de objetos. Durante estos estudios constaté que, en el caso específico de la artesanía y de los artesanos, no siempre ha existido un reconocimiento ni han recibido gran atención de parte de los investigadores. La textilería de Lambayeque está hecha en “telar de cintura”, técnica ancestral de tejido utilizada también en la mayoría de comunidades nativas. Mediante esta técnica, un extremo del telar es amarrado a un poste y la otra a las caderas de la tejedora. Las artesanas todos los días elaboran con esta técnica paños de marinera, alforjas, individuales, chalinas y ponchos de algodón nativo.
Se pudo llegar hasta los hogares de estas personas gracias a las referencias dadas por otros coterráneos sobre ellas mismas, sobre sus modos de llevar a cabo diagnósticos y análisis de los estados de salud y sobre las terapéuticas concretas para brindar atención. Por esta razón, el primer contacto con las prácticas estuvo precedido por una escucha de diferentes relatos de experiencia y descripciones de procedimientos. Al hablar de la experiencia, se reconoce que, en la base de toda interacción con las terapéuticas de la salud, el artesano siempre está en un permanente ejercicio de sus saberes, como una condición sine qua non para adquirir la maestría necesaria que le otorgue legitimidad y reconocimiento en su propia comunidad. Solo en la medida en que este sujeto ejerce lo que sabe es capaz de ampliar su capacidad de acción y decisión, asunto necesario para responder ante las distintas particularidades de su labor.
¿cuáles Son Las Diferencias Entre Un Proceso Artesanal Y La Producción Industrial?
Congrega a artesanos de las diferentes regiones y Lima Metropolitana y presenta la oferta de artesanía peruana en toda su diversidad. En lo atinente a los artesanos de la salud del Norte de Antioquia, se repite la situación descrita por este teórico del hacer manual. En la investigación, los hogares de todos los participantes se transformaron en los centros de operación; así, las cocinas, las salas, las habitaciones o los corredores de las casas son los lugares privilegiados para intercambiar diferentes palabras acerca de los padecimientos experimentados, para proceder con los procesos diagnósticos y para, finalmente, llevar a cabo la intervención alrededor de la consolidación de espacios rituales. El taller es el hogar del artesano, expresión que debe entenderse históricamente en su sentido literal. En la Edad Media, los artesanos dormían, comían y criaban a sus hijos en los lugares en los que trabajaban. El taller, como tal y como hogar de las familias, period de escala reducida, pues cada uno albergaba como máximo unas pocas docenas de personas […] Es fácil comprender el atractivo romántico que el taller-hogar ejercía […] un espacio de trabajo humano, donde también parecían encontrar un buen hogar, un lugar en el cual el trabajo y la vida se entremezclaban (Sennet, 2009, p. 39).
En Lambayeque también se desarrollan otras actividades artesanales como los mates decorados al ácido. En Piura existen dos centros artesanales muy importantes por la calidad de sus trabajos y la tradición que los pueblos cultivan de generación en generación. Catacaos, considerada como la capital artesanal de Piura, y Chulucanas, conocida por los finos trabajos de su cerámica de barro que han dado la vuelta al mundo. Este arte tradicional, de raíces ancestrales, destaca por su authentic valor estético y por ser expresión de la memoria histórica y la identidad cultural del pueblo de Ayacucho. Conocer qué es un proceso artesanal nos ayuda a identificar cuáles son esos objetos únicos, cuya forma de elaboración los convierte en productos especiales y de gran valor.
Las semillas oriundas de frutos de la selva peruana más utilizadas son el huayruro (semilla de color rojo y negro), la tagua (semilla dura conocida como el marfil vegetal), el choloque, la chira, el ojo de buey, entre otras. A las semillas se les agrega otros elementos como madera, cortezas de coco, raíces, huesos, escamas de peces; y plumas de aves como guacamayos, loros, tucanes y picaflores. A su vez, el tamshi también se emplea para unir los troncos en la elaboración de chozas para las comunidades.