Por ello, cuenta con todas las herramientas necesarias para que el docente pueda evaluar en el momento al alumno como pruebas con preguntas abiertas y de opción múltiple. Recuerdo que pocos días antes de que iniciara la pandemia en México charlé con algunos compañeros de clase, todos ellos maestrandos en pedagogía, acerca mi papel como profesor de asignatura en modalidad a distancia. Trabajé en el Sistema de Universidad Abierta y Educación a Distancia (SUAyED) de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Para Cuba, constituye un reto la expansión de los conocimientos científico-tecnológicos, económicos, políticos y culturales en todas sus facetas, si se desea alcanzar un desarrollo sostenido y sostenible. En la era de la información y el desarrollo de la informática, la educación virtual ya no es un sueño inalcanzable, sino una necesidad imperante que debe ser cubierta de manera inmediata a través de instituciones educativas en línea. Surge entonces, como una necesidad apremiante, la búsqueda de una solución al desafío de educar a grandes cantidades de personas y también de capacitar y actualizar a los profesionales que trabajan con ellas, especialmente en el campo de la salud. No es sorprendente que nos confundamos fácilmente, ya que el término “Educación a Distancia” se relaciona con otros términos como abierta, flexible, virtual, en línea, híbrida, digital, móvil, basada en internet o en la web, sincrónica, asincrónica, entre otros. Con la llegada de la pandemia, se ha vuelto más complicado ya que algunas instituciones han intentado destacar con su enfoque educativo durante la emergencia (principalmente por razones de marketing) y han surgido términos como “nueva normalidad” o “educación a distancia”. los modelos de enseñanza presencial adaptada o enriquecida, el sistema híbrido flexible o mixto autodirigido y el aprendizaje líquido o la hibridación en línea. Cuando se enfrentan a este “bosque semántico”, algunas instituciones han optado por definiciones muy amplias que carecen de respaldo teórico, lo que permite que cada docente las interprete según su experiencia personal (García Aretio, 2020 b).
Es aquí donde se destaca “la distancia” de la educación a distancia, y el papel que se le asigna a la tecnología. Cada avance tecnológico ha generado un renovado entusiasmo que refuerza la confianza en el potencial de la educación a distancia. Desde el ferrocarril que solía transportar correo regularmente, hasta el fax, la radio, la televisión y la videoconferencia, todos han generado expectativas de poder modificar significativamente la educación a distancia en su momento. Cada avance tecnológico permitió un mayor contacto “vivencial” y “estrecho” entre profesores y alumnos. En esta perspectiva, la educación a distancia se percibe como una “distancia”, entendida como algo negativo, como un “vacío”. Lo que debe ser completado mediante el uso de la tecnología. Básicamente, cuanto más sofisticada, interactiva y comunicativa sea la tecnología utilizada, menor será la distancia entre profesor y alumno, lo que ayuda a cerrar la brecha entre la educación presencial y la educación a distancia.
La “distancia” se destaca como el factor central y distintivo que la diferencia cualitativamente de la educación presencial. La distancia se refiere a la separación entre el educador y el educando, lo cual también aleja al educando de sus compañeros de estudio y los recursos de aprendizaje. El progreso tecnológico y los logros en el campo de la ciencia del aprendizaje han alcanzado un punto asombroso, impulsando el crecimiento de la educación a distancia y proporcionando a los estudiantes beneficios y ventajas que antes eran impensables.
Otro beneficio importante es la accesibilidad, ya que este enfoque educativo puede llegar a personas de todos los niveles socioeconómicos debido a la simplicidad de los recursos tecnológicos necesarios para las clases. Para la sociedad, la educación a distancia representa la oportunidad poder acceder a contenido educativo de alta calidad en cualquier parte del mundo sin tener que ir físicamente a los principales centros educativos. Para los centros educativos tradicionales es una oportunidad de innovación ya que crear programas digitales puede ayudarlos a incrementar sus ganancias y llegar a un segmento de mercado mayor. El objetivo del uso de la tecnología no es sustituir ni imitar los métodos educativos tradicionales que se centran en la transmisión de información, sino crear nuevos entornos para promover la comunicación y construcción del aprendizaje. En estos ambientes de aprendizaje, los roles del profesor y los alumnos son diferentes a los que se les asignan tradicionalmente. Durante el comienzo de la pandemia, los profesores y alumnos que participamos en la educación a distancia, especialmente aquellos que estaban involucrados en el suayed, experimentamos una ventaja significativa en comparación con aquellos que recién se estaban adaptando a esta modalidad.
La educación se lleva a cabo al planificar y enseñar de manera intencional, con el objetivo de que el educado alcance aprendizajes valiosos (García Aretio, 2020). La educación se vio ante una situación de extrema dificultad ya que tuvo que adaptar sus métodos en un plazo de tiempo muy corto para poder seguir impartiendo clases a todos sus estudiantes. El propósito principal de este tipo de educación es migrar los cursos que se habían estado enseñando en persona a un entorno remoto, virtual, a distancia o en línea. Según un informe publicado por The Learning Factor en Perú llamado “Educación Remota de Emergencia”, se explica que varios países e instituciones han respondido de manera diferente al cambio educativo, y cómo este concepto de educación remota de emergencia es totalmente nuevo, ya que los roles y herramientas aún no están definidos.
Esto debería aplicarse en toda modalidad y, desde luego, ser independiente a cualquier pandemia, con el fin de ser profesores flexibles y analíticos ante las condicionantes externas a los actores del proceso educativo. En tan solo unas semanas, la pandemia ha presentado a las instituciones de educación superior una serie de desafíos que se venían discutiendo desde hace años. y que se habían ido postergando. En la sociedad actual, en la era de la información y el conocimiento, resulta inviable mantener los antiguos métodos de enseñanza y concebir la educación post-pandemia basada en pedagogías pasadas. La incorporación de las tecnologías digitales en los procesos de enseñanza y, especialmente, de aprendizaje, ya no puede ser considerada como una simple elección. Debe ser vista como una prioridad en la planificación institucional, formando parte integral de los esfuerzos de innovación educativa de la institución. Otra característica de la educación a distancia, es el uso de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) para formar comunidades o redes de estudio donde los individuos pueden interactuar,fomentando el uso educativo de las redes sociales, foros de discusión y plataformas virtuales, para discutir sobre diversos temas y a la vez adquirir conocimientos y modernas herramientas de trabajo. También es imprescindible tener una nueva visión de los roles que desempeñan los maestros y los estudiantes en esta modalidad de estudio, el maestro deja de ser el protagonista, convirtiéndose en un facilitador del proceso educativo y le cede el paso al estudiante, el cual debe tener un compromiso firme con su propio proceso de formación.
This draws a contrast between an information society, where distance education can thrive without any problems, and a digital divide, in which it seems that only the elite can practice remote learning. Cuenta con los recursos tecnológicos necesarios para llevar a cabo la tarea. Como sociedad, deberíamos reconsiderar la modalidad a distancia desde sus comienzos, cuando se basaba en el servicio postal o incluso en la posibilidad de asesorías a través de cualquier otro medio de comunicación, por más sencillo que sea. La educación a distancia es una solución para aquellas personas que se enfrentan a la necesidad de desplazarse de un lugar a otro con el fin de adquirir conocimientos o desarrollar nuevas habilidades. Ella multiplica las oportunidades de capacitación y de aprendizaje, en forma autónoma, es decir, sin la intervención permanente del profesor e incluso sin la necesidad de asistir a un curso presencial. Con el apoyo y el feedback personalizado de nuestros tutores, conseguirás una formación completa que combina la teoría y la práctica. Al finalizar el curso, recibirás un certificado y el apoyo de nuestro Centro de Carreras para ingresar al mercado laboral.
De acuerdo con esta directriz, fallaría como profesional de la educación todo aquel que no sujetara su práctica docente a dicha condición. En este tenor, la educación a distancia es la máxima expresión de la preponderancia de las necesidades del alumno más allá de las del docente o los horarios, puesto que la escuela es para los alumnos y no los alumnos para la escuela. De esta manera, añadimos la palabra “sincronía” al léxico de la Educación a Distancia digital, que se refiere a una comunicación en tiempo real mediante el uso de aplicaciones de videoconferencia (como Teams, Zoom o Skype) que conectan a estudiantes y profesores virtualmente. La diferencia con el uso del teléfono fijo o mensajería inmediata (que también permite una comunicación sincrónica) es que estas aplicaciones permiten además la interacción entre el docente y los estudiantes, los estudiantes entre ellos mismos y los estudiantes con los contenidos, además de permitir VERSE a través de las pantallas, “humanizando” los encuentros virtuales. Esta revolución tecnológica ha desdibujado las barreras de espacio y de tiempo por lo que se pasa de la sincronía a la asincronía con un golpe de teclado, y ninguna de las dos se vuelve exclusiva de una modalidad de educación a distancia digital en particular.