Entendido, desde la perspectiva de Tajfel (1978), el colectivo podría ser la identidad social, caracterizada por algunos aspectos de la autoimagen de una persona que es modelada por las cualidades sociales a las que pertenece. El consumo simbólico de artesanías -cerámica y cestería- es un elemento determinante a la hora de definirse como colombiano para quien la compra, pues si bien su elección es dada por la identidad nacional y cultural. “Los productos artesanales son los producidos por artesanos, ya sea totalmente a mano, o con la ayuda de herramientas manuales o incluso de medios mecánicos, siempre que la contribución guide directa del artesano siga siendo el componente más importante del producto acabado. Se producen sin limitación por lo que se refiere a la cantidad y utilizando materias primas procedentes de recursos sostenibles. La naturaleza especial de los productos artesanales se basa en sus características distintivas, que pueden ser utilitarias, estéticas, artísticas, creativas, vinculadas a la cultura, decorativas, funcionales, tradicionales, simbólicas y significativas religiosa y socialmente”. Entonces, es así como la relación de todos los factores asociados al consumo simbólico con la identidad, se construyen a través de la socialización que permite dar valores simbólicos a los objetos que se consumen, ya que este es un proceso dialéctico que ayuda a la construcción de identidad del sujeto y de su mundo social, todo esto a través de las interacciones que se establecen entre el sujeto, sus agentes socializadores y las objetivaciones de estos incluyendo las prácticas culturales utilizadas por las agentes en el proceso.
En la tipología (a) los solteros de años de estrato 3 reconocen las artesanías tradicionales como el tejido en rollo de Boyacá, el sombrero vueltiao, las mochilas de los indígenas, las artesanías del Tolima y se identifican -mi- como “colombianas” en torno al consumo artesanal. En la tipología (b) los hombres trabajadores reconocen la diversidad de artesanías como los textiles -hamacas de San Jacinto-, la cerámica de Ráquira, los tejidos en fique, objetos artesanales elaborados a mano y tradicionales. Este estudio aborda los factores asociados al consumo simbólico de artesanías -cerámica y cestería- de Ráquira y Guacamayas, objetos que fueron expuestos en Expoartesanías 2011, en la ciudad de Bogotá, y su relación con la construcción de la identidad nacional.
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La rica tradición de la artesanía colombiana ha experimentado una transformación significativa con el avance de la tecnología. Sus productos derivados del cuero van desde los accesorios como billeteras, estuches, bolsos, sandalias, correas, y el típico carriel, hasta decorativos para el hogar como cuadros y adornos. Por eso, si quieres disfrutar de un entorno con una arquitectura encantadora, paisajes naturales y una amplia oferta de piezas para complementar tus espacios, Jericó es un pueblo que debes visitar. La artesanía tiene un gran potencial económico y es una fuente importante de empleo, que si está bien organizada puede contribuir al desarrollo económico y social y aportar en la solución de los problemas del campo colombiano y las zonas marginales de la ciudad. Sin embargo, es una actividad creativa fácil de desarrollarse, que generalmente se hace con las manos y de manera individual.
La investigación da a conocer los factores asociados al consumo simbólico artesanal de Ráquira y Guacamayas (Boyacá), teniendo en cuenta el perfil de consumidor, los procesos de consumo (significado, compra y uso), los elementos de identidad relacionados con el consumo simbólico y determinar la influencia de dichos productos artesanales (cerámica y cestería) en la construcción de la identidad nacional colombiana. Se observa entonces que el número de personas que informan estar casadas y solteras son las que más compran artesanías -cerámica y cestería-. Más de la mitad de las personas encuestadas trabajan (64,49%), el 14,36% estudia/trabaja, un 13,05% son amas de casa y un porcentaje muy pequeño (4,18%) son pensionados y (3,92%) desempleados. Observación que permite conocer que Expoartesanías es una feria para todas las personas sin importar su ocupación, pero el perfil del visitante más fuerte son las personas trabajadoras.
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Esta investigación propone un nuevo lugar de reflexión y de conocimiento sobre la identidad nacional, para que compradores, no compradores, artesanos y demás personas involucradas en este proceso descubran cuanto construye un objeto artesanal su identidad propia y nacional a partir del consumo e intercambio monetario. La importancia entonces de confluir en el advertising estos dos tipos de consumo que permiten formar identidad en el consumidor, según Castells (2001, 28) es el proceso de construcción del sentido atendiendo a un atributo cultural, o un conjunto relacionado de atributos culturales, al qué se da prioridad sobre el resto de las fuentes de sentido. De tal manera, que la identidad pensada desde aquí es un proceso a través del cual se logran establecer límites y peculiaridades que distinguen e individualizan a las personas, sin tener en cuenta el valor monetario u inversión económica que hace el consumidor; sino que prima la naturaleza del ser como por su experiencia de vida la cual es única e irrepetible. Este curso examina objetos artesanales, artísticos y de diseño para abordar narrativas centrales en la historia de Latinoamérica. Basados en variables como concepción, materialidad, uso, apropiación, reparación/conservación o desecho de un grupo de objetos, revisitaremos momentos significativos de la historia política, económica y social de la región en el contexto global.
Se constituye en expresión material de la cultura de comunidades con unidad étnica y relativamente cerradas. Elaborada para satisfacer necesidades sociales, integrando los conceptos de arte y funcionalidad. Materializa el conocimiento de la comunidad sobre el potencial de cada recurso del entorno geográfico, el cual es transmitido a través de las generaciones. Para decorar los chinchorros con diferentes colores se utilizan colorantes que se adquieren en los mercados de Bogotá, Medellín y Bucaramanga. Excelentes artesanos, fabricantes de lo que se les encargue; con sólo dos o tres herramientas transforman la madera en bandejas, muebles, animales y todo lo que su creatividad les permita.