Para Cuba, constituye un reto la expansión de los conocimientos científico-tecnológicos, económicos, políticos y culturales en todas sus facetas, si se desea alcanzar un desarrollo sostenido y sostenible. En el siglo de la información, en pleno auge de la informática, la enseñanza virtual no es una utopía sino una necesidad real, llamada a ser satisfecha, con inmediatez, desde el seno de una universidad virtual. Surge entonces, como una necesidad apremiante, la búsqueda de una solución al desafío de educar a grandes cantidades de personas y también de capacitar y actualizar a los profesionales que trabajan con ellas, especialmente en el campo de la salud. No es sorprendente que nos confundamos fácilmente, ya que el término “Educación a Distancia” se relaciona con otros términos como abierta, flexible, virtual, en línea, híbrida, digital, móvil, basada en internet o en la web, sincrónica, asincrónica, entre otros. Con la llegada de la pandemia, se ha vuelto más complicado ya que algunas instituciones han intentado destacar con su enfoque educativo durante la emergencia (principalmente por razones de marketing) y han surgido términos como “nueva normalidad” o “educación a distancia”. los de presencialidad adaptada o enriquecida, sistema híbrido flexible o mixto autodirigido, aprendizaje líquido o hibridación en línea. Cuando se enfrentan a este “bosque semántico”, algunas instituciones han optado por definiciones muy amplias que carecen de respaldo teórico, lo que permite que cada docente las interprete según su experiencia personal (García Aretio, 2020 b).
Con esta medida, se brinda la oportunidad de seguir practicando el idioma nacional, mantener vínculos con la patria y facilitar la reintegración en el sistema educativo argentino. En síntesis, la educación virtual ofrece múltiples beneficios y ventajas para aquellos interesados en estudiar sin necesidad de estar presentes físicamente en un campus universitario. Gracias a la educación a distancia, los estudiantes ya no están limitados por barreras geográficas para obtener una educación de calidad.
La superación profesional del personal no puede ser garantizada únicamente a través de métodos tradicionales de educación continua. Por lo tanto, es necesario enfocar los principales esfuerzos en procesos educativos basados en la educación permanente y la educación a distancia. En En Cuba, la existencia de una sólida base académica y logística proporciona una excelente oportunidad para el desarrollo de la universidad virtual. Su mayor fortaleza radica en los recursos humanos y la amplia experiencia acumulada en su formación y mejora continua. La educación en línea se refiere a la enseñanza y el aprendizaje que se lleva a cabo completamente a través de herramientas digitales como plataformas en línea, internet y dispositivos electrónicos como computadoras, teléfonos inteligentes y tabletas. En esta modalidad, las personas están geográficamente dispersas e interactúan en línea con la persona docente-tutora y con el estudiantado, desarrollando así una comunicación multi-direccional sincrónica y/o asincrónica a través de la tecnología señalada. La educación a distancia brinda un espacio de intercambio entre los docenes y estudiantes, poniendo en disposición una gran cantidad de recursos y materiales educativos que pueden ser consultados desde cualquier lugar y en cualquier momento. En este sentido se resaltan los grandes aportes de la educación a distancia como lo son la flexibilidad para que sea el mismo estudiante quien gestione su tiempo y organizase las actividades escolares basados en los principios de autodisciplina y trabajo autónomo.
Por ello, cuenta con todas las herramientas necesarias para que el docente pueda evaluar en el momento al alumno como pruebas con preguntas abiertas y de opción múltiple. Recuerdo haber tenido una conversación con algunos compañeros de clase, que eran maestrandos en pedagogía, poco antes de que comenzara la pandemia en México. Hablamos sobre mi papel como profesor de asignatura en la modalidad a distancia. He desempeñado dicha labor en el Sistema de Universidad Abierta y Educación a Distancia (suayed) de la Facultad de Filosofía y Letras, de la Universidad Nacional Autónoma de México (unam).
En la era de la educación a distancia, se ha vuelto más alcanzable el sueño de lograr un mejor equilibrio personal. En el entorno laboral, se valoran enormemente estas habilidades de autogestión, las cuales pueden conducir al éxito en la carrera profesional. Esto promueve un aprendizaje más profundo y personalizado, ya que cada estudiante puede enfocarse en sus áreas de interés o dificultad específicas.
La “distancia” se destaca como el factor central y distintivo que la diferencia cualitativamente de la educación presencial. La distancia se refiere a la separación entre el educador y el educando, lo cual también aleja al educando de sus compañeros de estudio y los recursos de aprendizaje. El progreso tecnológico y los logros en el campo de la ciencia del aprendizaje han alcanzado un punto asombroso, impulsando el crecimiento de la educación a distancia y proporcionando a los estudiantes beneficios y ventajas que antes eran impensables.
Según esta directriz, cualquier profesional de la educación que no cumpla con esta condición estaría fracasando en su práctica docente. En este tenor, la educación a distancia es la máxima expresión de la preponderancia de las necesidades del alumno más allá de las del docente o los horarios, puesto que la escuela es para los alumnos y no los alumnos para la escuela. Incorporamos así al vocabulario de la Educación a Distancia digital, la “sincronía”, es decir, una comunicación en tiempo real, a través de la conexión “virtual” de estudiantes y docentes a aplicaciones de videoconferencia (por ejemplo, Teams, Zoom o Skype). La diferencia con el uso del teléfono fijo o mensajería inmediata (que también permite una comunicación sincrónica) es que estas aplicaciones permiten además la interacción entre el docente y los estudiantes, los estudiantes entre ellos mismos y los estudiantes con los contenidos, además de permitir VERSE a través de las pantallas, “humanizando” los encuentros virtuales. Esta revolución tecnológica ha desdibujado las barreras de espacio y de tiempo por lo que se pasa de la sincronía a la asincronía con un golpe de teclado, y ninguna de las dos se vuelve exclusiva de una modalidad de educación a distancia digital en particular.
Sin embargo, el pensar en el nuevo espacio de interacción (donde la La ausencia o presencia de distancia como eje definitorio de la modalidad educativa plantea cuestionamientos e incertidumbres en diversos niveles, actores e instituciones del ámbito educativo. En la actualidad, es imprescindible para el progreso científico y tecnológico encontrar los métodos o enfoques apropiados que permitan evaluar de manera imparcial el nivel de aprendizaje de los estudiantes. En tal sentido, los métodos basados en los adelantos tecnológicos actuales, son muy útiles al mejorar la participación del profesorado en el seguimiento del aprendizaje. Desde varias décadas, las principales fuerzas productivas de la sociedad las constituyen la ciencia y la técnología.
El certificado otorgado por el SEAD tiene la misma validez que los otorgados en las instituciones educativas de las distintas jurisdicciones del país. La flexibilidad de horarios, el ahorro de tiempo y dinero, la amplia variedad de programas y el aprendizaje personalizado son solo algunas de las ventajas que hacen que esta modalidad sea cada vez más popular. Ya sea que te encuentres en una ciudad bulliciosa, en un remoto rincón rural o incluso en otro país, puedes acceder a programas educativos de renombre y desarrollar tus habilidades sin tener que desplazarse físicamente. Pueden revisar el material las veces que sea necesario y tomar el tiempo que requieran para comprender los conceptos. La educación universitaria a distancia se ha convertido en una excelente opción para aquellos que buscan flexibilidad y comodidad al estudiar.
This draws a contrast between an information society, where distance education can thrive without any problems, and a digital divide, in which it seems that only the elite can practice remote learning. posee el acceso a la tecnología necesaria para llevarla a cabo. Por ello, como sociedad, tendríamos que repensar a la modalidad a distancia desde sus orígenes, donde se apoyaba del servicio postal, o bien, la posibilidad de las asesorías por cualquier otro medio de comunicación, por rústico que este sea. La educación a distancia es una solución para aquellas personas que se enfrentan a la necesidad de desplazarse de un lugar a otro con el fin de adquirir conocimientos o desarrollar nuevas habilidades. Ella multiplica las oportunidades de capacitación y de aprendizaje, en forma autónoma, es decir, sin la intervención permanente del profesor e incluso sin la necesidad de asistir a un curso presencial. Con el apoyo y el feedback personalizado de nuestros tutores, conseguirás una formación completa que combina la teoría y la práctica. Cuando completes el curso, obtendrás un certificado y contarás con el respaldo de nuestro Centro de Carreras para facilitar tu ingreso al mercado laboral.
Otro beneficio importante es la accesibilidad, ya que este enfoque educativo puede llegar a personas de todos los niveles socioeconómicos debido a la simplicidad de los recursos tecnológicos necesarios para las clases. Para la sociedad, la educación a distancia representa la oportunidad de acceder a contenido educativo de calidad en cualquier lugar del mundo sin la necesidad de desplazarse a las ubicaciones de los grandes centros educativos. Los centros educativos tradicionales pueden aprovechar una oportunidad de innovación al crear programas digitales, lo que les permitirá incrementar sus ganancias y llegar a un público más amplio. De esta forma, el uso de la tecnología no pretende reemplazar ni emular los procesos de educación tradicional centrados en la transmisión de información sino que pretende crear nuevos espacios (entornos) para fomentar los procesos de comunicación y construcción del aprendizaje. En estos entornos de aprendizaje profesor y alumnos desempeñan roles diferentes a los tradicionalmente asignados. Durante el comienzo de la pandemia, los profesores y alumnos que participamos en la educación a distancia, especialmente aquellos que estaban involucrados en el suayed, experimentamos una ventaja significativa en comparación con aquellos que recién se estaban adaptando a esta modalidad.
Es aquí donde se destaca “la distancia” de la educación a distancia, y el papel que se le asigna a la tecnología. De esta forma, cada nuevo desarrollo tecnológico permitió generar una nueva ola de entusiasmo que acentuaba las creencias en el potencial de la educación a distancia. Tanto el ferrocarril que transportaba regularmente el correo, hasta el fax, la radio, la televisión y la videoconferencia, han despertado a su tiempo expectativas respecto del poder que tendrían en modificar sustancialmente la educación a distancia, ya que cada nuevo desarrollo tecnológico permitía un contacto más “vivencial” y “estrecho” entre el profesor y los alumnos. La “distancia”, (de la educación a distancia) desde esta perspectiva, se entiende como un elemento negativo, como un “espacio vacío”, que debe ser llenado a través del uso de la tecnología. Básicamente, cuanto más sofisticada, interactiva y comunicativa sea la tecnología utilizada, menor será la distancia entre profesor y alumno, lo que ayuda a cerrar la brecha entre la educación presencial y la educación a distancia.
Esto debe ser implementado en todos los contextos, sin importar las circunstancias de una pandemia, con el objetivo de que los profesores sean flexibles y analíticos frente a las limitaciones externas que afectan a los participantes del proceso educativo. En tan solo unas semanas, la pandemia ha presentado a las instituciones de educación superior una serie de desafíos que se venían discutiendo desde hace años. y que se habían ido postergando. En la sociedad actual, la de la Información o el Conocimiento, ya no es posible sustentar los viejos esquemas de enseñanza, ni pensar la educación post-pandemia con pedagogías de “antes”. Integrar las tecnologías digitales a los procesos de enseñanza y sobre todo, de aprendizaje, ya no puede ser una mera opción, debe aparecer como una línea estratégica en la planeación institucional, como parte de los procesos institucionales de innovación educativa. Además, la educación a distancia se destaca por emplear las tecnologías de la información y comunicación (TIC) como herramientas para crear comunidades o redes de aprendizaje. Estas redes permiten a los estudiantes interactuar entre sí, promoviendo el uso educativo de las redes sociales, los foros de discusión y las plataformas virtuales. A través de estos medios, los estudiantes pueden debatir sobre diversos temas y adquirir conocimientos, así como también familiarizarse con las últimas herramientas de trabajo. Es necesario tener una perspectiva renovada sobre los roles de los maestros y estudiantes en este tipo de modalidad educativa. El maestro ya no es el principal protagonista, sino que se convierte en un facilitador del proceso de aprendizaje, dejando espacio para que el estudiante asuma un compromiso sólido con su propio desarrollo académico.
El papel de Desde ese momento, la tecnología se encargó de buscar los métodos más efectivos para replicar la dinámica de enseñanza-aprendizaje que se da en las situaciones presenciales. La aprobación de los cuatro bimestres posibilitará la extensión de la documentación escolar que acredite los estudios cursados en el SEAD, que permitirá al alumno o alumna acceder al sistema educativo de cualquier jurisdicción del país. La cursada comienza una vez que los alumnos se encuentran en el exterior y se realiza a través de un aula virtual en la plataforma educativa del SEAD. Además, gracias a la difusión de internet, esta forma de educación se encuentra al alcance de muchas personas y tiene un precio más bajo en comparación con la enseñanza presencial. Un ejemplo de esto sería cuando en una carrera universitaria se imparten las asignaturas teóricas de forma online y las prácticas se realizan en el aula.